Este libro trata de los bosques michoacanos; del aprovechamiento de su madera en muebles, aperos de labranza,
fabricación de máscaras y juguetes, alimentación, adorno de templos, su uso en casas habitación, y en bailes como el de la Tabla.
Es un libro con algunos elementos técnicos, pero mayormente con información cultural y antropológica sobre el
uso de la madera de los bosques michoacanos en diversos ámbitos: muebles, templos, casas habitación, alimentación,
aperos de labranza, máscaras y juguetes, y algún otro. Cuenta también con magníficas ilustraciones del artista plástico
Ismael Guardado, que destacan los aspectos estéticos de la artesanía del estado de Michoacán.
En suma, en esta obra es posible apreciar la sinergia de un pueblo con su medio ambiente, y la forma en que los originarios aprovecharon y mantienen vigentes las enseñanzas de Vasco de Quiroga; en el caso de la madera particularmente
en pueblos como Cuanajo o Quiroga.