Es conveniente para saber por qué y para qué escribo esta biografía, dedicar estas líneas sobre quién soy yo. Esto, para entender por qué escribo lo que escribo, en el documento Memorias.
El hombre es él: sus circunstancias y aptitudes, el medio en que se desarrolla y la sinergia que de esos dos factores
resulta.
Una persona es la suma de los efectos que producen los factores hereditarios y ambientales, que generalmente están
correlacionados, y por tanto una persona es la suma de los efectos genéticos, los ambientales y la interacción entre ellos. El efecto de la interacción genético-ambiental es frecuentemente de mayor magnitud que los efectos principales, lo que es fundamental, en el caso particular del hombre, en la educación. Tal argumento aquí se ejemplifica con mi vida; aunque podría hacerlo con la vida de cualquier otro ser humano.
Lo que más me gusta hacer es pensar, y paso mucho tiempo analizando cómo piensa la gente a mí alrededor, desde el barrendero en la calle hasta los altos funcionarios. No solo lo hago con políticos, también analizo a científicos, artistas, o a filósofos de la antigüedad como Tales de Mileto, Sócrates, Aristóteles y Platón. Pienso en particular en las reflexiones
que hicieron sobre la ética, y sobre la conclusión Kantiana “No hay nada ético, a excepción de la buena voluntad”. Y con buena voluntad escribo estas Memorias.
He sido un lector constante: el primer libro que leí fue el Poco a Poco cuya primera lección era “Como un Hombre”, la
cual me apasionó y me dije: así quiero ser; esto ocurrió en segundo año de primaria… Grosso modo, así queda descrita una semblanza, aunque sea muy burda, de lo que soy…